viernes, 23 de noviembre de 2012

Una tregua inesperada


Fue una tregua inesperada, casi abrupta. Era difícil imaginársela horas después de la explosión de un autobus en Tel Aviv. Horas después de que misiles de origen iraní lanzados desde la Franja aterrizaran en Tel Aviv y Jerusalén, con seis israelíes muertos y decenas de heridos de distinta gravedad. Hacía mucho tiempo que Israel no soportaba semejantes niveles de violencia palestina. Por mucho menos, en 2008 el poderoso ejército israelí arrasó Gaza, por aire, tierra y mar, con 1600 palestinos muertos, casi mil de ellos civiles.

No hay acuerdo firmado y, salvo el alto al fuego entre las partes obtenido gracias a la mediación del presidente egipcio, queda mucho por discutir. Por lo pronto, Tel Aviv, aunque ha licenciado a miles de reservistas, mantiene un cerco militar en torno de Gaza. El premier israelí Netanyahu precisó que reanudará las operaciones contra el territorio palestino si las negociaciones diplomáticas fracasan.

El trato establece el cese de las hostilidades, deberán comenzar las conversaciones sobre el libre movimiento de personas y mercancías palestinas a través del cerco israelí. No es probable que Israel acepte la demanda sin regulaciones limitativas. En las conversaciones entre Hillary Clinton y Netanyahu no se mencionó el tema de las condiciones de vida de los habitantes de Gaza, ni el cese de ejecuciones extrajudiciales que Israel practica sobre mienbros de Hamas, con "daños colaterales” altos.

Tel Aviv resolvió en el 2007 establecer el cerco a Gaza, ya severamente controlada, cuando Hamas ganó las elecciones. Un informe de la Oficina de las Naciones Unidas encargada de los asuntos humanitarios en los territorios palestinos confirma los hechos siguientes: el 34% de la población está en paro; el 80% depende de la ayuda alimentaria del exterior; el PIB por habitante descendió un 17% en el período 2005/2011; 35% de las tierras cultivables y un 85% de las aguas de pesca son parcial o totalmente inaccesible para los palestinos.

El ataque israelí se produjo con el argumento de siempre: que Hamas bombardeaba con misiles, pero Israel venía haciendo lo suyo. Asesinatos filmados de líderes enemigos por primera vez en tres años como para calentar el ambiente. Después, Israel inició su ataque de ocho días, más de mil quinientos blancos bombardeados. Misiles en una franja de cincuenta por diez kilómetros, donde se agolpan más de un millón setecientos mil palestinos. Matemática pura. Si tiras bombas en una superficie equis con equis habitantes, vas a matar a un montón de civiles, incluyendo muchos niños. El saldo: más de 140 palestinos muertos -más de treinta niños- y casi mil heridos; cinco israelíes muertos y algunos heridos.

Por más que se hable de “escudos humanos” no hay suficiente lugar para esconderse. Civiles y combatientes están mezclados. El video israelí del asesinato del líder de Hamas lo muestra. La cámara enfoca el techo de un auto en movimiento en una calle angosta con veredas atestadas de gente en el centro de Gaza. Aterriza un misil y explota el auto. Por la onda expansiva, decenas de heridos quedan desparramados en la calle y la vereda.

A tres días de la tregua da la impresión de que todos ganan y por eso puede ser el principio de algo aún mejor. Mientras enterraban a sus muertos en funerales públicos que convocaban a multitudes enardecidas, Hamas y su líder Ismael Haniyé celebraron el alto el fuego como un gran triunfo. Por primera vez en mucho tiempo las distintas facciones palestinas festejaron juntas en las calles de la franja y de Cisjordania. Por la sangre derramada, pero sobre todo por la sangre evitada, Hamas consolidó su liderazgo y la unidad palestina salió fortalecida.

La Primavera Arabe no fue en vano. Egipto tuvo un rol clave en las negociaciones, en sintonía con Estados Unidos. Egipto es gobernado por un gobierno cercano a los Hermanos Musulmanes. En los conflictos anteriores el dictador Mubarak no había movido un pelo en favor de los palestinos. Los Hermanos Musulmanes son los principales opositores al régimen sirio y Estados Unidos y Egipto apoyan a la oposición siria, país que se halla inmerso en una guerra civil. Como si fuera un efecto dominó, Egipto se acercó a Estados Unidos, que a su vez se acercó a Israel. Y los tres hicieron lo posible por alejar a Palestina del eje Siria-Irán.

Tel Aviv ha coproducido con Washington e instalado un escudo antimisiles móvil que Clinton elogió en su visita a Israel, aunque no parece muy efectivo: de 1500 misiles lanzados sin mayor fortuna por Hamas en este enfrentamiento, sólo hizo explotar en el aire a 421. Según un comunicado oficial de la Casa Blanca: “El presidente dijo que EE.UU. aprovechará la oportunidad del alto al fuego para intensificar sus esfuerzos destinados a ayudar a Israel a satisfacer sus necesidades de seguridad, especialmente en la cuestión del contrabando de armas y explosivos a Gaza”. El comunicado agrega que el mandatario prometió más apoyo para el escudo antimisiles y otros programas de defensa.

No es poco teniendo en cuenta que, según el Servicio de Investigaciones del Congreso de EE.UU., Washington envió a Tel Aviv, en 2011/2012, 3000 millones de dólares de ayuda militar y se estima que le aportará la misma suma cada año hasta el 2018 (www.fas.org. 12/3/12). La tregua Israel/Gaza es frágil, e Israel contará con preparación para atacar a Irán. “Creo que esto (Gaza) tiene que ver con Irán, en realidad”, dijo el Gran Rabino Jonathan Sacks a la BBC británica sin saber que la audición seguía al aire (www.bbc.co.uk, 16/11/12). La emisora le pidió disculpas, pero estaba dicho.

Fuente: Juan Gelmany Santiago O’Donnell de Página/12

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