jueves, 28 de junio de 2012

Narcos, militares y elecciones


El próximo 1º de Julio los mexicanos deberán elegir al nuevo Presidente de la República. Es un acontecimiento trascendente que pone sobre la mesa la compleja situación del país (103 millones de habitantes en 1.958.000 km2), último límite de América latina con los EEUU y que se encuentra sometido a una violencia extrema.

La guerra contra el narcotráfico que se desarrolla en este país, con 50 mil personas muertas hasta enero de este año, donde se enfrentan bandas de traficantes contra las FF.AA y policiales. En ese contexto, 45 periodistas han sido asesinados durante la presidencia de Felipe Calderón, y las mujeres y hombres de prensa asesinados ha llegado a 109 desde el 2001. Esa gran manifestación de violencia delictiva y represión estatal permanece, sin que se haya resuelto el problema del narcotráfico. Los EEUU, es el mayor mercado de  consumo de las drogas peligrosas producidas en México.
Desde hace doce años, el PAN gobierna México profundizando el neoliberalismo, que se instaló en las tierras conquistadas a sangre y fuego por el colonialismo español, a partir de la presidencia del PRI que gobernó México desde los años ’30 como herencia de la Revolución de 1910-1917 y dejó el poder en el 2000. 

La decisión de hacer ingresar a las FF.AA. en la lucha contra el narcotráfico nació de la superación de la capacidad operativa represiva ineptas y corrompidas. El combate contra las poderosas y siniestras bandas de narcotraficantes llevó a las FF.AA. a un combate urbano cotidiano, que no le ha brindado, precisamente, hasta ahora la victoria. Y esa lucha condujo a la corrupción de efectivos surgidos de su seno para que se generara una de las mafias más poderosas: los Zetas. La militarización de la vida cotidiana mexicana no ha resuelto el problema de la destrucción de las bandas de narcotraficantes y ha incrementado la autonomización de las FF.AA. aztecas.
En los próximos comicios la puja es entre la candidata Josefina Vazquez Mota del gobernante PAN, el priísta Enrique Peña Nieto, y Andrés Manuel López Obrador, del PRD. AMLO, como lo sintetizan los medios, es el candidato nacional-popular. 

Yo soy el 132, uno de los tantos movimientos opositores o pro-derechos humanos que existen en México se originó, en la Universidad Iberoamericana, como resistencia al perfil oligárquico del candidato del PRI. Desde abajo López Obrador lucha en las encuestas contra Peña Nieto y avanza contra los pronósticos del poder, el único candidato que ha prometido retirar de las calles en seis meses a los militares. El desafío en México es enorme. Confundir Defensa con Seguridad ha conducido a la trampa en la que están hoy. La falta de preparación y corrupción de las fuerzas policiales condujo a echar mano a las militares: craso error que multiplicó la violencia.

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