jueves, 9 de diciembre de 2010

El Julian de los anillos

Se ha escrito mucho sobre si las filtraciones de Wikileaks son simples chismes sobre el bótox de Gadafi o las fiestas de Berlusconi. Es una forma de minimizar las filtraciones y una contradicción con el despliegue internacional y el boicot llevado a cabo por empresas de internet contra la organización.

Assange se ha entregado para declarar, por el delito de "sexo por sorpresa", la justicia sueca ha sido rápida en tramitar la demanda y en rechazar los recursos de sus abogados. A su vez, el juez británico denegó la libertad bajo fianza. Ahora, su futuro depende de un par de condones.

Interpol tramitó velozmente la orden de detención. Velocidad que no existió con la orden de detención de tres militares de EEUU, dictada por un juez español por el asesinato del camarógrafo José Couso. Y no tendrá la suerte de Pinochet, que logró evitar la extradicción a España, pese a ser un asesino.

Por otra parte, Suiza clausuró la cuenta con donaciones para Wikileaks con la excusa de que el titular mintió sobre su residencia. Suiza es un lugar seguro para todo dinero sucio o limpio del mundo. Nadie le preguntó a Mobutu Sese Seko de dónde salieron sus millones. Lo importante es la residencia.

Assange es el símbolo de una batalla moral en defensa del derecho a la libertad de información y su gente ha creado 748 páginas espejo, 748 anillos, según el twitter de Wikileaks. Significa que están construyendo 748 vías para que se pueda acceder a wikileaks.ch, último dominio accesible.

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